Reconociendo que el 8 de marzo se conmemora el día internacional de la Mujer Trabajadora, queremos subrayar que aún trabajando incesablemente en la calle y en sus núcleos familiares, las mujeres siguen viviendo mayores índices de hambre.
A pesar que las estadísticas son pocas, y el último estudio de inseguridad alimentaria registrado fue en el 2015, podemos evidenciar dentro de nuestro programa Compras Solidarias que el perfil principal de hambre lo constituyen mujeres mayores de 45 años.
Si revisamos las estadísticas de Seguridad Alimentaria del 2015 (puede ver el estudio completo aquí) del Instituto de Estadísticas de PR, podemos ver que se repite el patrón de mayor por ciento en las preguntas. Las mujeres reportan un grado mayor de inseguridad alimentaria consistentemente. (ver la próxima foto)
Para el 2015 aún Puerto Rico no había sufrido María, terremotos, pandemia, los aumentos generales por concepto de pago de la deuda pública, Fiona, la privatización de los servicios como LUMA, ni el aumento exorbitante en los precios de la comida por la inflación que parece nunca acabar. Si todas estas condiciones se añaden a ese 33% de la población que vivía inseguridad alimentaria en el 2015, está clarísimo que hoy tenemos un Puerto Rico con mucha más HAMBRE. ¿Y quiénes se acercan principalmente a los programas de apoyo o ayudas por aún tener ese peso de sostener la familia?, las mujeres.
Mujeres sobre 45 años experimentan altos niveles de Hambre
Hicimos una radiografía en nuestro programa Compras Solidarias para conocer el patrón entre las personas que atendemos:
80% se identifican como Mujeres
90% de esas Mujeres son mayores de 45 años, 44% son mayores de 65 años.
72% del total de participantes son Mujeres viviendo media y alta inseguridad alimentaria. O sea, pasando algún tipo de hambre.
En general la mayoría son mujeres mayores de 45 años que viven solas, seguido por mujeres jefas de familias encargadas del cuidado de hijos y familiares, cargando el peso de conseguir alimentos para ellos.
Nos parece importante que visualicemos juntas y juntos como se vive el hambre. Rescatando el desgloce que hizo Giovanni de las formas de hambre que vemos en nuestros proyectos, podemos interpretarla así:
Hambre de No Comer: es en lo que uno piensa cuando escucha la palabra hambre. Casi un 20% de los participantes de Compras Solidarias viven así, encontrándose en ocasiones todo un día sin comer.
Hambre de Comer Poco: cuando tienes que escoger comer un poco ahora, para dejar un poco para después, con la esperanza de tener un poco para mañana. Esto le pasa a más del 75% de los participantes de Compras Solidarias.
Hambre de Saltarse una Comida: que es no desayunar y aguantar hasta el almuerzo, o no cenar y acostarse temprano, para que el sueño tranquilice el hambre y llegue pronto el otro día. Un 55% de los participantes de Compras Solidarias pasan por esto.
Mira abajo el corto video explicativo sobre la radiografía del programa Compras Solidarias.
¿Qué son las Compras Solidarias?
Este programa de apoyo nutricional asegura alimentos para 426 familias en el pueblo de Caguas. Es la manera que Comedores Sociales trabaja directamente contra el hambre para asegurar comida hasta por una semana. Este espacio promueve la participación de quienes reciben compra en la operación mensual del programa, promoviendo que se involucren en la construcción de soluciones colectivas, en entender mejor la raíz estructural del hambre, y en ser parte de las bases en la lucha por el derecho a la alimentación digna para todas las personas.
Oprime la foto de abajo para que conozcas más del programa en el 2025 y como puedes apoyar.
Este es el panorama que atendemos mensualmente. Si, es cierto que estas son estadísticas sesgadas a las 426 familias que llegaron a nuestro programa, pero no quita que es una realidad preocupante y que no somos ni seremos suficientes para enfrentar el problema detrás: probablemente son muchos los otros pueblos en donde este es el pan de cada día, y todavía no existe en Puerto Rico un plan local, una ley, una política alimentaria que garantice el acceso a comida para la mayoría de la gente.
No son las ONG's, ni los supermercados, ni las grandes cadenas las que vencerán el problema del hambre, es la capacidad del pueblo movilizado para exigir al gobierno una política alimentaria
Que aumente grandemente la producción local
Que alivie los costos de producir alimentos por pequeños y medianos agricultores
Que facilite al pueblo organizado directamente con sus agricultores el crear puntos solidarios de venta y distribución de esos alimentos.
- Paola Aponte Cotto
Coordinadora Programa Compras Solidarias
Un 8M por los derechos de las personas migrantes
Esto 8 de Marzo salimos a la calle para reivindicar el derecho de las mujeres y la comunidad inmigrante a vivir con dignidad, dejando claro que necesitamos que nuestras necesidades básicas estén satisfechas.
Nos unimos a la comparsa de las compañeras de la Colectiva Feminista en Construcción y participamos de la concentración de la la Coalición 8 de Marzo PR en la Plaza Barceló de Barrio Obrero.
Agradecidas con la compañera Yanira Arias de Comuna Caribe que recientemente facilitó un taller en el Súper Solidario sobre la importancia de construir Redes Solidarias. Pudimos entrevistarla durante la manifestación del #8M y nos contó la situación de hambre que padece la comunidad inmigrante en Puerto Rico en estos momentos, y lo que podemos hacer cada una y uno para aliviar estas condiciones. Resaltó la importancia de la solidaridad para brindar no solo alimentos, sino una red de apoyo que esté ahí dispuesta a responder ante lo que sea necesario.
Ve un poquito de lo que sucedió el 8M y escucha la entrevista a Yanira Arias
Un día de Cuidado Colectivo y Compartir
Desde el 2023, comenzamos en Comedores a utilizar el mes de Marzo para construir actividades de cuidado colectivo con las voluntarias del CAM. Se ha convertido en una práctica que nos acerca entre sí, que mejora la salud emocional del grupo, y que nos recuerda que cada una debemos priorizar la sanación de nuestros cuerpos, mentes y espíritus para fortalecer nuestra capacidad de dar un trato digno a la gente que llega a nuestros proyectos.
Este año decidimos visitar las Aguas Termales de Coamo y compartir alimentos mientras utilizamos juegos para conocernos mejor entre todas. Fue bonito que se sumaran compañeras que aunque llevasen desde el 2020 trabajando en el CAM, no habían podido participar o no lo habían visto necesario. Refleja que hemos logrado convertir el cuidado colectivo en una práctica más cultural dentro del grupo.
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